Creo que ha quedado claro que en la Biblia aparece reflejado tres tipos de Fe.
1.-La Fe que Salva
2.-La Fe como Fruto del Espíritu Santo
3.-La Fe como Don
LA FE COMO DON
El Don de Fe se diferente de la Fe que Salva y de la fe que viene como fruto del Espíritu Santo; porque ésta va muchísimo más lejos, puesto que encierra una confianza absoluta en Dios, en su palabra, como también en sus promesas. Es una entrega de todo el ser a ese Dios en quien creemos y confiamos.
Es muy interesante notar que en el Evangelio de Juan no se encuentra esta palabra fe, en este mismo sentido o significado sino que se usa la palabra “Pisteu” que significa “Creer”, esta aparece cerca de 85 veces. Esta palabra creer llegó a ser tan importante en todo el Nuevo Testamento, que a los que seguían a Jesús se les llamaba “Creyentes”.
El Don de FE, es un regalo de Dios impartido por el Espíritu Santo, como manifestación a quien El quiere, para recibir milagros, protección y sustento, echar fuera espíritus y muchas otras cosas más que el mismo Dios otorga y derrama abundantemente.
El Don de FE se encuentra en la lista de los dones del Espíritu, en 1 Corintios 12:7-9 “Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu“. Como todos los dones del Espíritu Santo, el don de FE fue dado para la edificación del cuerpo de Cristo.
Es evidente que hay dos palabras que describen a la fe: confianza y certeza. Estas dos cualidades necesitan un punto de inicio y un punto final.
El inicio de la fe es creer en el carácter de Dios y creer firmemente que él es quien dice ser.
El final de la fe es creer en las promesas de Dios, él hará lo que ha prometido por medio de su propia Palabra.
Cuando crees que Dios cumplirá sus promesas, a pesar de que todavía no las haz visto hecha realidad, estas mostrando una genuina y verdadera fe en El.
La Palabra de Dios tiene poder ilimitado, creer que Dios existe es solo el comienzo; El desea que tu fe te conduzca a una relación personal cada dia.
El Don de FE puede ser definido como el don especial por el cual el Espíritu Santo le da a los cristianos la extraordinaria confianza en las promesas, el poder y la presencia de Dios, de modo que puedan asumir posiciones de plena confianza para el futuro de la obra de Dios en la iglesia.
Ejemplos de personas con el don de la fe, son los que se mencionan en Hebreos capítulo 11.
Este capítulo, a menudo llamado “el salón de la fe”, describe a aquellos cuya fe fue extraordinaria, que les permitió hacer cosas extraordinarias.
Aquí vemos a Noé pasando 120 años construyendo un barco enorme, cuando hasta ese momento no existía la lluvia, y vemos a Abraham creyendo que sería padre de un niño, cuando la habilidad natural de su esposa para tener hijos había terminado.
Sin el don especial de la fe de parte de Dios, tales cosas habrían sido imposibles.
Aquellos que tienen el Don de FE son una inspiración para sus compañeros creyentes, demostrando una simple confianza en Dios que se refleja en todo lo que dicen y hacen.
De manera excepcional, las personas con este don, a menudo demuestran una humilde piedad y confianza en las promesas de Dios hasta el punto de ser conocidas por ser personas sin miedo y fervientes de una manera muy tranquila.
Están tan convencidas de que todos los obstáculos para el evangelio y para los propósitos de Dios se superarán, y tan confiadas de que Dios va a garantizar el avance de Su causa, que a menudo harán mucho más en la divulgación de Su reino.
El Don de FE, es la fe en grado extraordinario.
Hablamos de la fe como don espiritual, que solo algunos reciben algunos para aplicar a su vez en situaciones específicas.
El Don de FE, es algo que proviene directamente de la gracia de Dios, no es “tu fe” sino “la fe de Dios” que te es aplicada de una manera especial.
Por eso es un don (regalo) que no se puede conseguir con ninguna clase de esfuerzo humano religioso o intelectual.
Por ello Nuestro Señor Jesucristo es el “Autor y consumador de la fe.”
En el caso del don, es más que simplemente creer. Es recibir de Dios la confirmación en nuestro corazón para hacer cosas que humanamente jamás nos atreveríamos a intentarlas.
El Don de FE se refiere a la fe que mueve montañas, que vence las enfermedades y destruye todas las barreras con milagroso poder, siempre dependiendo, no de nosotros, sino de la voluntad de Dios para ese momento, lugar y persona.
Generalmente el DON de FE va acompañado de muchos otros Dones, como el de sanidades o el de Hacer Milagros.
La FE como Don del Espíritu Santo también crece.
Cuando Dios da a través de su Espíritu Santo el don de FE, éste no queda estático, sino que también crece.
En Lucas 17:6 nos dice: “Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería“
El pasaje paralelo en Marcos 11:23 no sólo menciona árboles, sino también montañas: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho“.
Dios desea que Su Palabra obre efectivamente cuando crees en lo que ella ha establecido.
Él dice en Jeremías 1:12: “Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra“. En otras palabras: “Respaldaré mi palabra para que obre lo que yo quiero”
El punto es este: Hay una “fe que habla” y está a la disposición de los hijos de Dios.
Fe Como La Semilla De Mostaza.
“Si tu tuvieras fe que creciera como un grano de mostaza…”. Cuando puedes leer esto, el Espíritu Santo te hara entender la enseñanza de Jesús de una manera diferente y reveladora.
Jesús no te estaba diciendo que todo lo que necesitas es un poquito de fe del tamaño de un grano de mostaza y, entonces, podrías mover árboles y montañas. Por el contrario, estaba enseñándonos que la fe que crece como un grano o semilla de mostaza puede sanar a los enfermos, lanzar fuera demonios y ver las señales que han de seguir Marcos 16:17-20.
¿Cómo un grano de mostaza crece en Mateo 13:31-32?
Escuchas las mismas palabras del Señor: “Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas“.
Se sabe que la semilla o grano de mostaza es diminuto, pero Jesús dijo que cuando nacía y crecía hasta llegar a ser una planta adulta, es la más grande de todas las hortalizas, llegando a ser un árbol lo suficientemente grande como para alojar a las aves.
Cuando entiendes que no es una fe pequeña sino una fe creciente la que efectúa cosas grandes, entonces, viene a ser un concepto diferente de fe.
Una fe pequeña hará algunas cosas; una fe grande hará cosas más grandes.
En 1 Corintios 13:2, Pablo comenta sobre la fe que mueve montañas: “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes…”.
¿Qué necesitas para recibirla o desarrollarla? Ser saturado por medio del poder y presencia del Espíritu Santo, cuando lo seas, el Don de Fe se activará como y cuando el Espíritu Santo decida.