Vence, el resentimiento sin resolver, se libre de lo que encadena tus emociones abrumadas, se libre del espíritu de mentira que hay detrás de la ira.
¿Explotas en furia con frecuencia solo para después sentirte culpable y avergonzado?
¿Lastimas a las personas que quieres con tus ataques de ira?
¿Deseas tener una vida más tolerante, pacífica y relajada?
Enojarse o dejar salir la ira es parte de la vida del ser humano desde las épocas prehistóricas. Sin embargo, cuando el demonio del enojo escapa a nuestro control, surgen incontables problemas en las relaciones con los demás e incluso perjudica la salud.
Salmos 37:8-20 RVC
Desecha la ira y el enojo; no te alteres, que eso empeora las cosas. Un día, todos los malvados serán destruidos, pero si esperas en el Señor heredarás la tierra. Un poco más, y los malvados dejarán de existir; los buscarás, pero no los hallarás.
Ya no sigas enojado deja a un lado, no pierdas los estribos que eso únicamente causa daño.
El enojo y la ira son emociones destructivas cuando el ser humano pierde los estribos muestra que le falta fe para creer que Dios nos ama y tiene el control de todo no deberías preocuparte si no confiar en Dios y entregarte a él para su servicio y para que te dé seguridad si tú piensas mucho en tus problemas te llenarás de ansiedad y te enojarás pero si te concentras en Dios y en su bondad encontraras la paz, dónde centras tu atención.
¿Qué dice la Biblia sobre la ira?
Manejar la ira es una habilidad importante para la vida.
Los consejeros cristianos afirman que el 50 por ciento de las personas que acuden a consejería tienen problemas para manejar la ira.
La ira puede destruir la comunicación y destrozar las relaciones, y arruina tanto el gozo como la salud de muchos.
Lamentablemente, la gente tiende a justificar su ira en lugar de aceptar su responsabilidad.
Dos palabras griegas en el Nuevo Testamento se traducen como “ira”.
Una significa “pasión, energía” y la otra “agitado, hirviendo”.
Las víctimas de abusos, delitos violentos o similares son de alguna manera violadas. Muchas veces, mientras experimentan el trauma, no sienten ira. Después, al superar el trauma, aparecerá la ira.
Para que una víctima pueda realmente sentirse sana y perdonar, primero debe aceptar el trauma tal y como fue.
La ira puede volverse pecaminosa cuando está motivada por el orgullo (Santiago 1:20), cuando no es productiva y por lo tanto distorsiona los propósitos de Dios (1 Corintios 10:31), o cuando permites que la ira perdure (Efesios 4:26-27).
Una clara señal de que la ira se ha convertido en pecado es cuando, en lugar de atacar el problema que tenemos delante, atacamos al que nos ha hecho daño.
Efesios 4:15-19 dice que debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, no permitir que palabras corrompidas o destructivas salgan de nuestros labios. Desafortunadamente, este discurso venenoso es una característica común del hombre caído. Romanos 3:13-14
La ira se convierte en pecado cuando se permite que explote sin control, dando lugar a un escenario en el que el daño se multiplica (Proverbios 29:11), dejando devastación a su paso.
Con frecuencia, las consecuencias de una ira fuera de control son irreparables.
La ira también se convierte en pecado cuando la persona enfadada no quiere calmarse, guarda rencor o se lo guarda todo (Efesios 4:26-27).
Esto puede causar depresión e irritabilidad por cosas pequeñas, que muchas veces no tienen relación con el problema en cuestión.
Puedes manejar la ira bíblicamente reconociendo y admitiendo que el enojo esta también conectado con el orgullo y/o el mal manejo del enojo como pecado (Proverbios 28:13; 1 Juan 1:9).
Esta confesión se debe hacer tanto a Dios como a aquellos que se sintieron heridos por nuestro enojo.
Podemos manejar la ira bíblicamente comunicándonos para resolver el problema. En Efesios 4:15, 25-32 hay cuatro reglas básicas de comunicación:
Vencer el mal genio no se logra de la noche a la mañana. Sin embargo, a través de la oración, el estudio de la Biblia y la confianza en el Espíritu Santo de Dios, se puede vencer la ira pecaminosa.
Es posible que hayas permitido que la ira se arraigue en tu vida por la práctica habitual.
Una de las definiciones de la ira es emociones alteradas sin control.
El guardar rencor es por la falta de perdón, esto se manifestó literalmente en Caín haciendo caso omiso del diálogo y razón.. En su necedad ejecutó el pecado manifestándose con gran cólera o sea ira descontrolada convirtiéndose así en el primer asesino de su hermano.
Un enojo sin control lleva al desastre por esta razón la ofensa de Caín lo llevó al enojo, ese enojo lo hizo encenderse en ira cambiando así su semblante Caín se llenó de amargura y esto lo condujo al rencor.
Hoy la historia se repite muchos están literalmente echándole la culpa a Dios de las cosas que le suceden. El lenguaje común es y si Dios es tan bueno por qué no hace nada.
Un niño maltratado siente temor no solo a ser descubierto sino a las amenazas del violador una persona presionada, el temor queda atada y llena de un profundo dolor, la ira es la frustración, el temor y el sentirse atado a los sentimientos del rencor, son las causas para que nazcan.
La libertad siempre ha costado un precio; costó la vida de Jesús para que nosotros tuviéramos vida y libertad en él.
En esto hemos conocido el amor en que él puso su vida por nosotros también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 1 Juan 3:16.
El Mundo tiene un problema serio y creciente en cuanto a la ira. Según las estadísticas en Estados Unidos y en el resto del mundo se dice que 9 de cada 10 en esta nación piensan que la grosería se ha convertido en un serio problema y cerca de la mitad considera que es algo en extremo muy grave.
El 78% dice que este problema ha empeorado en los 10 últimos años.
¿Porque existe tantas personas oprimida y atada por espíritus iracundos?
¿Porque las oficinas negocios trabajos y comercio se han convertido en sementeras de la ira?
¿Porque la mayoría en El Mundo están irritable en estos tiempos presentes?
Una encuesta reciente indica que 49% de los encuestados se enojan en el trabajo y 1 de cada 6 se enoja tanto que sienten ganas de golpear a alguien.
Por otro lado, una encuesta que servicio por internet reveló que el 67% de los que respondieron se viene enojado tanto en el trabajo que habían pensado en abofetear algunos de sus compañeros.
Las personas intentan escapar de un ambiente hostil y así retirándose a la paz y de seguridad de El hogar no parece ser la respuesta para muchos.
Los expertos en el campo de la violencia doméstica creen que el número de casos de violencia en el hogar asciende a unos 4.000.000 al año.
El 30% de las mujeres Estados Unidos informan que su esposo en un momento u otro ha abusado físicamente de ellas.
De hecho, de los 450.000 millones de dólares que cuesta el delito cada año, cerca de la tercera parte tiene que ver con violencia doméstica y maltrato de menores.
Existen millones de incidentes de explosiones de ira, palabras llenas de odio y miradas furiosas, como también los incontables casos de descuidos y maltratos que no se reportan.
Está claro y es evidente que la ira, la impaciencia, la frustración, la falta de respeto y los malos modales se han convertido en parte de la personalidad de millones de seres humanos.
Tanto si se trata de ir al conducir el auto como si es ira en un avión, irá en la tienda de víveres o irá en los eventos deportivos la ira se ha vuelto de repente, De la personalidad de millones de seres humanos.
La pregunta es la siguiente: ¿de veras los seres humanos tienen el derecho de sentirse enojados de manera continua y permanente?.
¿Tendrán razones para sentirse enojados?
Es interesante observar que la ira no tiene nada de nuevo y tampoco lo tiene la sensación de sentir que la ira está justificada.
Miremos esto de una perspectiva bíblica hace cerca de 2800 años Jonás el profeta renuente se sentó en el puesto de espectador que se había hecho él mismo a las afueras de la ciudad de Nínive, con la esperanza de ver el castigo que enviaría Dios a esta nación.
Aunque solo fuera eso Jonás estaba preparado para tener su buena sesión de autocompasión y los únicos huéspedes invitados serán yo, mi y conmigo.
El profeta estaba enojado porque la gente de Ninive se había arrepentido al escuchar su predicación y sabía que Dios a diferencia de este es clemente y piadoso, tardo en enojarse y de grande misericordia y que se arrepiente del mal, Jonás 4:2.
Él quería que la ciudad quedara destruida pero el parecer Dios se inclinaba más a perdonar a sus habitantes y se arrepentían. Así que Jonás se enojó
Entonces el Señor le hizo una pregunta; la misma que nosotros nos tenemos que hacer: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? Jonás 4:4
Jonás trató de ignorar la cuestión que Dios le estaba señalando y Dios decidió darle al profeta una elección efectiva he aquí el resto de la historia.Jonás 4:6-11
Como sucede hoy con la mayor parte de la gente en estado de humor de Jonás, se basan en las circunstancias
Cuando Dios preparó la calabacera para que le diera sombra. Jonás se alegró.
Cuando Dios preparó al gusano y el recio viento Solano se sintió enojado y afligido.
Cuando las cosas iban como Jonás quería, estaba bajo control, pero no hizo falta mucho para que estallara de nuevo.
Jonás tenía motivos para estar enojado con los ninivitas pues lo que hacían los convertía en merecedores del castigo divino.
Sin embargo, no estaba dispuesto a manifestarles bondad y misericordia ni siquiera después de que se arrepintiera le molestó que Dios hubiera decidido perdonarlos.
Por último, estaba furioso contra Dios porque le había quitado su sombrilla y había subido la temperatura del calor. Jonás era un hombre iracundo y estaba convencido de que tenía derecho a hacerlo, aunque aquello lo matará.
¿Cuáles son verdaderamente las raíces de la ira?
Si miramos este principio y escena bíblica Dios reveló que a Jonás le importaba más su comodidad y el bienestar de una planta que las almas de un pueblo
Al igual que Jonás hoy en día muchos creyentes están atascados en su ira y como consecuencia llevan una vida de aflicción y de tormento.
El apóstol Pablo nos advirtió que en los últimos días se presentarían tiempos peligrosos y difíciles.
Hay otra traducción que habla de que en los últimos tiempos va a ser muy difícil.
Cuando leemos está lamentable condición de una vida que transcurre atada a una raíz de ira egocéntrica, nos parece estar leyendo los titulares del periódico de hoy.
Porque habrá hombres amadores de sí mismo, avaros vanagloriosos soberbios blasfemos desobedientes a los padres ingratos impíos sin afecto natural implacables calumniadores intemperantes crueles aborrecedores de lo bueno traidores impetuosos, infatuados amadores de los deleites más que de Dios. 2 Timoteo 3:2-4
Se puede observar sin lugar a duda y afirmar que las naciones se hallan en medio de una epidemia de ira, que en sus formas más suaves es inquietante y en sus formas peores se vuelve mortal.
Esta epidemia sacude a los que estudian las tendencias de la sociedad y a los padres que temen que la nación haya caído en un precipicio de cautividad y opresión espiritual.
Un padre lo expresó muy bien cuando dijo: hemos perdido una buena parte de lo que me mantenía unida a nuestra sociedad a la familia y al matrimonio.,
Se ha perdido el respeto por los demás, el ejemplo que se le está dando a los más jovencitos es preocupante y amenazador.
Este sentimiento oculto de hostilidad y falta de respeto que corre por todas las ciudades nos hace entender y discernir como millones están atados y cautivo por espíritus demoniacos.
Es innegable que la ira es uno de los espíritus inmundos llamado hombre fuerte para cautivar a los seres humanos y encadenarlos con gruesas cadenas que solo el poder de Jesucristo puede romper y hacer libre, aquellos que acudan en arrepentimiento y humildad suplicando su gracia y su favor.
Ya que él vino para deshacer todas las obras del diablo y la ira juntamente con el enojo son espíritus atormentadores que oprimen interiormente la vida de hombres y de mujeres.
Es importante recordar que la Biblia señala con claridad que la raíz de todo este problema se halla en el corazón del ser humano, endurecido y cautivado de espíritus demoniacos que internamente oprimen a los seres humanos.
Recuerda que la ira destruye y mata, y este es un principio de lo que Jesús declaró en su ministerio que Satanás como ladrón viene a matar, robar, y destruir.
La ira es una enfermedad del corazón que puede llegar a extremos agobiantes y amenazantes.
La mayoría de los casos que se han observado en el Ministerio de liberación es que casi todas las personas sin excepción están pasando por problemas con una amargura y resentimientos sin resolver.
A partir de lo que hemos observado podemos decir que el problema de la amargura y la falta de perdón, podría muy bien ser el problema más extendido y debilitador que existe, en muchos llamados creyentes.
La epidemia de ira que hay en esta nación y en muchas naciones del mundo ha infectado y debilitado ferozmente también a la iglesia.
Esta es la razón porque se necesita hablar de este tema para que las personas sean completamente libres de estos espíritus demoniacos, que intentan arrollar y destruir si fuera posible a los mismos creyentes en Jesucristo.
Recuerda siempre esto que el adversario, el diablo trata de dividir para vencer.
Trato de dividir el corazón del ser humano, porque un hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos de acuerdo a lo que establece el apóstol Santiago 1:8.
Ataca a un matrimonio, a una familia o a una iglesia porque toda casa dividida contra sí mismo no puede permanecer firme. Mateo12:25.
La declaración del apóstol Pablo a la iglesia de Éfeso presenta un fuerte contraste con los espíritus malignos, de resentimiento, hostilidad y furia tan evidente oprimiendo a los seres humanos. Efesios 4:25-27,29-32
Todas las tardes el sol se oculta sobre la amargura y la ira no resuelta de millones de seres humanos.
Esta madura, envenenando el alma, contaminando interiormente a los seres humanos y esta condición es manifestada físicamente.
El diablo se siente satisfecho, más el Espíritu de Dios se entristece.
Es evidente que muchos han luchado con ella toda su vida desde que eran niños de corta edad.
Muchos reaccionan con tanta rapidez en sus arranques de ira que ni siquiera se dan cuenta de dónde proceden ni porque aparece de manera repentina.
Muchos no se dan cuenta que el problema está en la mente, y en su propia alma, cuando son influenciados por pensamientos negativos, aunque estos parecieran estar enterrados que ni siquiera saben dónde se encuentra, y esta es la razón porque muchos no se dan cuenta de las profundas raíces de esta esclavitud qué es constante y cada vez sus raíces son más profundas.
Es importante que examines el fenómeno de la amargura sacar al aire tus raíces y proporcionar una manera de permitirle a Jesús que te libere del control demoniaco de esta influencia nociva que te mantiene cautivo en lo más interior de tu ser.
Para ser libre tienes que reconocer que lo necesitas en forma urgente, y nunca justificar razones y hechos de porque lo estás haciendo.
Recuerda que cuando se habla, de un espíritu demoniaco que oprime al ser humano, este tiene la capacidad de controlar y manipularlo a su antojo, manera y forma.
¿Se puede resolver y ser libre de la ira?
Cuando eres libre En Cristo y experimentas una vida liberada la ira no será parte de tu vida, sí en realidad has renunciado a ella y el espíritu demoniaco que la genera ha sido echado fuera en el nombre de Jesucristo.
Si lo que quieres es enojarte y no pecar necesita ser como Cristo y enojarte contra el pecado y con nadie más.
La meta es resolver las cuestiones personales y espirituales que se hallan tras la ira y descubrir el fruto del Espíritu que es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Gálatas 5: 22-23-
Los que están vivos y libres en Cristo no manejan la conducta destructiva, sino que la vencen.
No seas vencido de lo malo sino vence con el bien el mal. Romanos 12: 21.
Continuara la 2 parte. Si tienes alguna pregunta con relación a este tema no dudes en escribirnos.